Ante la inminencia de una convocatoria electoral de trascendental importancia para encausar los destinos del futuro inmediato, y tambien mediato, del pais, y de nosotros, nuestros hijos y nietos, me detengo a pensar y ayudar a pensar sobre la oferta de opciones, valores de fondo, y programas de temas que nos ayuden a decidir sobre nuestro apoyo ciudadano a lo que nos propongan, y, conceptualmente, a quienes lo propongan.

Porque aqui llegamos a la enorme diferencia entre las personas en pugnas personales, y los temas que merezcan nuestra reflexion, pensamiento, eventual entusiasmo, y responsabilidad de decision para emitir ese Poder General de Administracion y Disposicion sobre nuestros bienes, derechos y obligaciones, y hasta de nuestra misma libertad, que, real y conceptualmente,  otorgaremos al emitir un voto soberano en las elecciones me medio termino, que daran como resultado la conformacion de un Congreso de la Nacion, que esperamos refleje una calidad inedita para el rescate de lo que concebimos cada uno de nosotros como posibilidad de vivir en una sociedad mejor, y mas seria y normal, para bienestar nuestro y el de nuestros seres queridos.

Me detengo nuevamente en el concepto anterior al insistir en el significado de un voto como poder ilimitado para decidir ilimitadamente sobre todo nuestro ser personal y social, pues creo que seria de una irresponsabilidad total el minimizar las consecuencias de la emision de un voto, sin tener la real conciencia de que ese acto implica la cesion de absolutamente todas las decisiones que hacen a nuestra vida social, actual y futura, tanto de la nuestra como la de nuestros hijos y nietos.

Y, si bien en nuestro devenir de nuestros intereses privados, prestamos mucha antencion al decidir concurrir a una escribania para otorgar un poder general de administracion y disposicion para que quien resulte nuestro apoderado nos represente fielmente en la defensa total de nuestros intereses, me parece que deberiamos tener muchisimo mas cuidado cuando emitamos esa representacion en nuestro caracter de ciudadanos a favor de quienes en el Poder Legislativo decidan en nuestro nombre sobre que sera lo legal e institucional que regira no solo nuestras vidas, sino a la totalidad de nuestra sociedad.

Es por eso que aparece, tanto en nuestra vida privada como en el orden publico e institucional, que ese poder ilimitado de decision no se le puede, sensatamente, otorgar a cualquier persona.

Porque, una vez mas, ante el uso fraudulento, abandono de valores y confianza otorgados tan indiscriminadamente, no tendremos posibilidad alguna de retractarnos de esa decision, pues, al emitirla en nuestro voto, habremos entregado nuestra voluntad social para disponer libremente sobre nuestro pais y sus instituciones.

Y entonces paso a pensar y ayudar a pensar sobre cuales son los caminos posibles que nos ayuden a reflexionar y comprender cuales son los requerimientos sobre los que debemos investigar, conocer y educarnos civicamente antes de llegar a emitir tamaño poder ilimitado cuando seamos convocados a emitir nuestro voto ciudadano, y, lo repito, soberano.

Es por eso que me llama poderosamente la atencion que, a tan poco tiempo antes de la convocatoria a la elecciones de medio termino, lo que tenemos ante nosotros, a traves de las emisiones, tanto de los medios de comunicacion como de las distintas redes sociales, solo se nos presentan personas en sus declaraciones, autorreferencias descalificantes de los unos contra los otros, grietas e impedimentos de convergencias unificadoras, y, en suma, ambiciones personales de seudoliderazgos propios de nuestra decadencia como sociedad, antes que temas concretos, enunciados claramente en plataformas que evidencien calidad de conocimientos de soluciones posibles para todas y cada una de las preocupaciones de la Argentina de hoy.

Porque, sin duda, no basta el simple enunciado, volitivo y facilista, de, por un lado, la intencion de “ir por todo”, o “escuchalos, escuchalos, despues hacemos lo que se nos de la gana”, y del otro, de una predica de vocacion de fortaleza de republica, para lograr el encolumnamiento de la sociedad para dirimir el futuro institucional de nuestro pais.

Es el mismo sentido comun que debe imperar para exigir el como y con que concretamente se presentara cada sector para lograr el voto ciudadano.

Y es alli donde cuadra la exigencia de las inexistentes plataformas que presente cada partido politico o coalicion.

Plataforma que especificamente presente los principios, ideas de forma y fondo, que, al fin, sirvan a toda la sociedad para identificar y decidir apoyo y respaldo a esas plataformas, lo que sera, indiscutiblemente, previo a la decision sobre todas y cada una de las personas que presente cada sector como aspirantes a ser destinatarios de la decision ciudadana de otorgarles ese poder general de administracion y disposicion que intentamos definir en los parrafos anteriores.

Seria bueno entonces ver que se someta a nuestra consideracion, la plataforma desnuda de los que y los como de un lado, y, por que no, la Constitucion Nacional en todo su articulado de derechos y obligaciones, del otro.

por Jose María De Lorenzis