Desde hace varios años  en el contexto internacional, por primera vez en el año 1987 se define el concepto de desarrollo sostenible, a partir del informe “Nuestro futuro común” de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, también conocido como Informe Brundlant: aquél que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias.

Años después, durante la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas realizada Río de Janeiro en 1992, se elaboró la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Se asume por primera vez a nivel mundial al desarrollo sostenible como guía que orienta la formulación de políticas a distintos niveles que integraran desarrollo y ambiente.

Que, al igual que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se entiende que el desarrollo y la protección del ambiente no son conceptos incompatibles, al contrario, se complementan y se vinculan con la idea de Desarrollo Humano Sostenible.

Por este motivo se formaron Ministerios, Secretarías, técnicos y acuerdos de trabajo en esta área, que unas décadas atrás eran sólo tema de ligas mayores.

Hoy hasta los más pequeños municipios tienen a alguien trabajando en este tema.

¿Qué es la sustentabilidad?

En sus inicios esta palabra fue asociada sólo a la ecología y su cuidado, pero con el correr del tiempo y con las consecuencias del cambio climático en nuestra vida diaria, se observó que ésta palabra tenía un significado aún más importante y abarcativo; hoy sabemos que la Sustentabilidad es la cualidad de un proceso generado por los seres humanos que es

  1. a) sostenible en el tiempo y que, al mismo tiempo
  2. b) no agota los recursos ni
  3. c) empeora las condiciones del medio ambiente.

Éste término se usa en ecología y medio ambiente para referirse a la capacidad que tiene una población para hacer uso inteligente y cuidadoso de los recursos naturales, sin exceder la capacidad de renovación de los mismos, y sin agotar lo que este le ofrece a los seres humanos. Sustentabilidad es también, ocuparse de administrar dichos recursos para que las futuras generaciones también puedan hacer uso de estos.

Por todo esto podemos entender y apreciar la importancia de que los gobiernos trabajen fuertemente en éste área que influirá de manera positiva en nuestra económica, calidad de vida, igualdad, salud y recursos.

¿Cómo aplicarlo en nuestra vida diaria?

Para llevarlo a tierra y que empecemos a conocernos y amigarnos con el término, pondré un ejemplo que ya todos conocemos: la separación de residuos en orgánicos e inorgánicos, o en húmedos y secos, o en reciclables y no reciclables.

Si bien nuestro trabajo como ciudadanos podría terminar allí, hay  que saber que luego de esta separación, quienes los recolectan los llevan a centros de recolección donde se separan, se compactan y se comercializan o entregan a empresas, organismos o cooperativas que vuelven nuestros desperdicios en nuevos productos.

Esto hace que mucha gente tenga trabajo, que se generen nuevos recursos y que la economía circular empiece a tener su lugar.

Como ejemplo puedo citar a la empresa de mi hermano Alejandro Malgor. Se llama Xinca. Esta empresa hace zapatillas con los residuos de neumáticos (material que tarda siglos en degradarse) y con residuos de telas de empresas textiles o de uniformes de empresas (que deben renovar la ropa de sus empleados cada dos años, por Ley).  Además incluyen en el proceso productivo de su calzado a personas que están fuera del sistema laboral (personas que no terminaron su educación o que son presos).

Estas empresas son las que están cambiando al mundo. Tienen conciencia social, económica y ecológica. Respetan la vida antes que nada, pero no dejan de pensar en que debemos subsistir económicamente y que todos tenemos derecho a participar y progresar en la vida.

La ultima alcaldesa de París ganó sus elecciones al proponer la ciudad de los 15 minutos, donde todos podemos ir a trabajar, educarnos, comprar nuestro alimento y realizar nuestros trámites en 15 minutos de caminata. De esta forma se reduce el uso de transporte con todos los beneficios que esto trae (menos emisión de carbono, menos ruido ambiental, menos contaminación, menos costo de transporte, más ejercicio, etc.).

Estos ejemplos de conciencia sustentable empezarán a ser regla y no excepciones.

En el mismo año que se firmó el acuerdo de París, se crearon los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Son diecisiete (17) y hoy está en todos los programas de gobierno del mundo; sobre ellos me estaré manifestando en otras publicaciones.

por María Malgor Coussirat