Por Lic. María Andrea Piazza Sganga

CAFÉ SOCIETY

(de lo mejor de WOODY ALLEN)

Ambientada en la década del 30 y moviéndose entre la soleada California y la romántica Nueva York, esta 46va película de Woddy Allen es de las mejores del director en la ultima década, sin olvidar el encanto mágico de “Medianoche en Paris”.

Alternando un estilo de comedia sofisticada, drama romántico y hasta del cine de gangsters, nos relata la historia de Bobby (Jesse Eisenberg) quien decide trasladarse de Nueva York a Los Ángeles con la idea de hacerse un lugar en el mundo del cine, dejando atrás a su extravagante familia judía. Es la época dorada de los grandes estudios y las estrellas. Allí trabajará para su tío Phil Stern (Steve Carell), un todopoderoso magnate de la industria cinematográfica. Será entonces cuando conozca a Vonnie (Kristen Stewart), la linda secretaria de su pariente. Sin poder evitarlo, Bobby se enamorará perdidamente de Vonnie, aunque ella oculta una relación clandestina con su tío.  Vonnie y Bobby protagonizarán un historia amorosa con flechazos y desengaños, todo ello aderezado por el romántico contexto del cine de los años 30, los locales de jazz y los night-clubs.

 

Trabajando por primera vez con el consagrado director de fotografía Vittorio Storaro y su diseñador artístico habitual Santo Loquasto, Woody recrea en todo su esplendor esa edad de oro de Hollywood con todo su brillo superficial. Como siempre la música de jazz de esa época es ineludible en la filmografía del director.

 

La estructura de la película va alternando los episodios de corte netamente dramático del triángulo amoroso que suceden en la soleada California con la hilarante descripción de las vicisitudes de la familia judía que Bobby ha dejado en su amada Nueva York: Su hermano Ben, un gángster carente de todo sentido ético, un cuñado filósofo que delibera sobre el absurdo de la vida y sobre la responsabilidad moral del ser humano sobre nuestras acciones y una hermana y padres que protagonizan sendos gags humorísticos. Debates morales que Woody Allen ha planteado en otras películas mucho más sombrías como “Crímenes y Pecados” o “Match Point” pero acá tratados con un tono más ligero (como el divertido y sarcástico episodio de la súbita desaparición del vecino intratable que no entendía razones).

Los personajes de “Café Society” son más románticos, no tan cínicos como en otras películas del director: Cuando Bobby y Vonnie se vuelven a encontrar surge un planteo constante en la obra de Woody sobre las decisiones que tomamos en la vida motivadas por diversas circunstancias. Podemos equivocarnos y vivir frustrados con ello o hacernos responsables de las elecciones que hemos hecho, aunque nunca se pierda el deseo por lo que no se tiene. En las miradas de los dos protagonistas se adivinan los verdaderos sentimientos. El final es de una dulce melancolía, un anhelo romántico que perdurará para siempre.

Uno de los grandes aciertos del film es la elección de los actores: Jesse Eisenberg como Bobby es, por un lado el alter-ego de Woody Allen (aquí el director no actúa) pero a la vez el talento del joven actor hace que el personaje tome vuelo propio con su sensibilidad a flor de piel expresada en su dulce mirada. La Vonnie que encarna Kristen Stewart revela a una actriz llena de matices expresivos aunque haya saltado a la fama con la saga de vampiros “Crepúsculo” y el actor netamente cómico Steve Carell acá incursiona en un papel dramático mucho más contenido como el tío Phil.

En definitiva Café Society es un engarce sutil de lo mejor de Woody Allen.

Lic. María Andrea Piazza (Dicta charlas de análisis de películas – Informes 4803 6023 – [email protected])