En la tragedia, el exceso o la demasía, cualquier forma de desmesura llevaba a la perdición, resumido en un proverbio  “Los dioses ciegan a  quienes quieren perder”. En esta concepción clásica la ceguera ,sordera o parálisis no es física sino moral, y así es denostado en varias enseñanzas evangélicas. El que, llevado por su orgullo o   ambición, no quiere oír o no quiere ver o no quiere caminar.

Es motivo de asombro para el mundo nuestra pertinaz insistencia en equivocarnos, en apartarnos de los caminos lógicos de crecimiento. Ya en 1971 un académico había calificado esta singularidad del siguiente modo. Hay cuatro clases de países: desarrollados, en vías de desarrollo, Japón, y la Argentina. Esta frase es de Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía en 1971. Nuestra particularidad nos hacía escapar a toda clasificación.

Siendo evidente nuestra situación crítica, asombra la persistencia de las sucesivas dirigencias que, ciegas, sordas e incapaces, ni siquiera pueden organizar una agenda de problemas a resolver. O tal vez deba formularse de distinto modo la pregunta, esto es, si es el pueblo mismo, la entera “masa del pueblo”, la que no puede discernir en la selección de sus líderes, optando siempre por los peores, los más torpes, corruptos, incapaces o, lisa y llanamente, delincuentes.

Jesús hizo a sus discípulos esta comparación: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo? Lucas 6, 39-42. Desde el fondo del pozo nos preguntamos, ¿han sido ciegos quienes nos han guiado o fuimos colectivamente ciegos nosotros al dejarnos guiar por ellos?

A esto ultimo suele responderse que, fuera del contexto estructural en que convivimos, o sea en otro país, o en otras circunstancias, las personas aquí criadas,  demuestran tener buenas capacidades, inteligencia atrevida y creadora, conductas apropiadas. No sería por tanto un tema de las personas individuales, sino algo sistémico. En el modo en que interactúa la sociedad con la política ante las decisiones concretas que deben adoptarse.

Tomando prestado de Ernesto Sabato el título de su ensayo “informe para ciegos”, hemos querido desarrollar una Agenda para aquellos que quieran abrir los ojos y los oídos,.Mirar alrededor, moverse de sus acomodamientos.  y escuchar el angustiado clamor de prójimos y vecinos.

Agenda, por lo que pareciera, para pocos hoy, con la esperanza que sean más mañana, por ahora desordenada e incompleta , y para escapar a la maldición, una agenda humilde, de cosas mínimas, abierta a quien quiera sumar temas y preocupaciones.

Lo que diferencia a una muchedumbre informe y desordenada, y la convierte en una nación, es precisamente que quienes habitan un determinado territorio, se organizan a sí mismos para convivir en paz y trabajar para desarrollarse en felicidad.

La agenda empieza pues con una pregunta: esta muchedumbre que somos ¿está desordenada, tiene el mismo idioma, participa de creencias comunes? La respuesta es parcialmente positiva, está ordenada por una Constitución, tiene leyes, elige a sus gobernantes periódicamente, afirma ser una República de libres e iguales.

El segundo punto de la agenda en consecuencia esta dirigida a su funcionamiento:¿todas las instituciones funcionan igual o alguna funcionan mal?. No cabe duda que funciona muy mal la selección de los dirigentes, quienes generalmente proponen ilusiones y mentiras, malversando la democracia, deformada en mendaz demagogia para mantener al pueblo engañado en cuanto a los verdaderos problemas, tranquilizado con recomendaciones de no alarmarse y  llevar adelante una indolente, caprichosa, y desordenada gestión de los asuntos comunes. Funcionan muy mal la  seguridad pública y la justicia es una red que atrapa sólo a los débiles y deja escapar a los poderosos. No hay moneda confiable hace muchas décadas por la pésima administración  financiera y de gastos desordenados y desproporcionados de los gobernantes. El poder se encuentra loteado al mejor postor entre mafias corruptas que sólo buscan su propio interés y se ríen de las llamadas “gestión para el bien común”.

El territorio está dividido de modo de facilitar el predominio electoral y no con un criterio económico de aprovechamiento de los recursos naturales posibles. La educación está desvalorizada, puesto que un pueblo cuanto más ignorante sea, más fácilmente será seducido y engañado por los falsos profetas expertos en el autoelogio y la denotsación de quienes disienten. Ellos mismos nacidos ya en las entrañas del mismo pueblo ,son profundamente ignorantes en muchos de los campos en los cuales debieran haberse preparado debidamente, pero triunfan sólo los que dentro del sistema, se “convierten” a los pactos de reparto y convivencia mafiosa que caracteriza el ejercicio del poder.

¿Como es entonces que este pueblo  así sometido y castigado, esclavizado con impuestos, reducido al servilismo de las limosnas públicas, o al acomodo disimulado, con las reglas de engaño y mentira como condición de supervivencia permanece mudo, paralítico, ciego y sordo ante tamañas opresiones? Un relato, como tal creíble y real, aunque históricamente puede no haber ocurrido, contiene sin embargo una lección importante. Cuando la ira de Dios amenazó a algunas ciudades con su destrucción por admitir tal grado de corrupción y sometimiento, hubo profetas que regatearon, que la catástrofe se evitara siquiera hubiera en el lugar 10 hombres justos  cuya mera presencia sirviera de postergación del escarmiento general que debería caerles encima.

Una agenda debe tener lo necesario para inspirar las acciones personales y colectivas. Sus objetivos tiene que servir a todos: desarrollo social, cuidado del ambiente y protección de las personas familias.

Para ello hay que seguir un  rumbo garantizado por ese mínimo de ciudadanos justos que deben disponer de los instrumentos institucionales del debate parlamentario, el seguimiento de la opinión sondeada o publicada, en la búsqueda de las mejores soluciones que despierten la confianza del público respecto de las decisiones de economía y de gobierno en los cuales deberán enmarcar en el  futuro sus actividades.

La buena política consistira en prometer y asegurar finalmente por medio de leyes las condiciones marco, de estabilidad monetaria, de certeza en cuanto a las normas y los juicios que garanticen un desarrollo  sostenido a lo largo del tiempo.

Tenemos como base poder saber como somos y donde estamos ,gracias al censo de este año que esperamos sea honesto y la legislación debe asegurar la posibilidad de dirigir el correcto asiento territorial, asegurando vivienda, comunicación, salud, educación y buenos caminos a todos quienes habiten, sea el lugar que elijan para ello. Un régimen que asegure la vez el orden público y la libertad que el mismo orden público hace posible. La escuela pública debe asegurar la argentinización de todos los nuevos habtantes, sean nacidos o inmigrantes, que vengan o se encuentren ya en el país pues la cultura comun debe ser la primera regla de convivencia social y política.

Hay una violencia institucional que debe cesar y que es se manifiesta en la inestabilidad política, la inestabilidad económica, la emergencia perpetua y la inflación crónica. Todos estos actos de violencia contra el pueblo deben cesar por lo cual los objetivos de estabilidad monetaria, presupuestos equilibrados, impuestos justos, y cumplimiento de los planes económicos y políticos debidamente explicados, constituyen pasos fundamentales del inicio de la agenda. Es prioritario desligitimar toda forma de violencia social, sea el peso de la burocracia, la condiciones malas de transporte o de vivienda, la inseguridad laboral, la grieta entre marginados, pobres y afluentes, y toda manifestación  de individualismo disfuncional, provenga tanto de los poderosos  como de los marginales. El Estado no debe estar en contra del pueblo, sino ser el abierto  camino legal  donde el pueblo encuentra desde su libertad personal y social la eficaz respuesta de  los servidores públicos que integran cualquier etapa de gobierno. Debe asegurarse la rotacióny  profesionalización  en los cargos públicos, y la exclusión de los mismos de cualquier forma de corrupción. El presupuesto público debe ser puntualmente explicado y realista. Los ministros y legisladores deben reunirse y  actuar en forma pública. La justicia debe ser organizada para tener trámites veloces, orales, y asegurar el cumplimiento de las sentencias. Se establecerán fondos para el pago de los juicios laborales, de modo tal que las indemnizaciones no destruyan las empresas sino que ésta se encuentre financiamiento para hacer frente a sus acciones y seguir trabajando. Un seguro social colectivo, deberá reemplazar el régimen de indemnización que ha perjudicado el desarrollo de las pymes. La deuda pública interna y externa será reducida al minimo  posible, y solamente orientada hacia financiación del desarrollo. Se dara fundamental  importancia al repoblamiento  integral del territorio, asegurando comunicaciones avanzadas, sean de caminos, vías aéreas o internet, y una adecuada defensa del mismo, evitando toda amenaza de subversión que tienda a desmembrar el país, o generar facciones dañinas en su población. Deberá establecerse una especial cuidado del agua, y ante el avance del cambio climático preverse una firme politica  de energíaas renovables y cuidado de microclimas habitables.

Nuestras Relaciones Exteriores se han de guiar por el interés nacional, y adecuada defensa de t nuestra tradicional neutralidad con particular discernimiento entre amigos y potenciales enemigos, o sea quienes quieren medrar a costa nuestra, influir indebidamente en decisiones de política interna, y no actuar colaborativamente en busca no sólo de la paz general de la región sino también la paz interna de los países.

Dejamos a los lectores esta lista incompleta, correspondiendo a la sabiduría del pueblo soberano completar  sus demandas, cuando deban examinar a quienes quieran en el futuro liderar nuestra convivencia.

por Roberto Antonio Punte