COMO Y CUANDO ENTRARON LOS ARAUCANOS A ARGENTINA.-

Roberto Edelmiro Porcel *

 

Si queremos analizar de las causas de extinción de nuestros aborígenes sureños, los Tehuelches Septentrionales (Los   Gününa kune,  y Guenaken),  los Tehuelches Meridionales (Los Aoniken y Payniken), los Pehuenches  Boreales y del  Malal Hue, debemos remontarnos  a los combates sostenidos no solo entre ellos mismos, sino fundamentalmente entre estos Tehuelches y Pehuenches (etnia de indios argentinos), con los indios trasandinos.-

Me refiero a los Araucanos, o sea a los Costinos, Abajinos, Arribanos o Moluches y Vorogas, pobladores del Arauco, los Huilliches (del sur del río Tolten) y los Picunches (del norte río del Bio-Bio).-

Estos aborígenes entraron a nuestras tierras para comerciar con nuestros naturales, a partir de mediados del siglo XVII.- Posteriormente, en la mitad del siglo XVIII ingresaron para malonear,  primero acompañando a nuestros indios y posteriormente por su cuenta.- Finalmente, recién durante el siglo XIX, a partir de la guerra a muerte en Chile, ingresaron algunos  para radicarse en ella y otros para continuar con sus malones,  a veces apoyados por milicias patriotas chilenas, otras por bandoleros  que se refugiaban entre ellos y los vorogas lo hicieron con los guerrilleros realistas de los hermanos Pincheira, lo que les daba la ventaja del uso junto a sus lanzas de armas de fuego.-

Los Huilliches y los Picunches no eran Araucanos, más allá de que estaban araucanizados desde la época de las guerras  contra los Incas primero y los conquistadores españoles después.-

Debemos mencionar  que en esos tiempos, también   fueron muchos los aborígenes que murieron como consecuencia de las enfermedades que llegaron con la conquista, principalmente las epidemias de viruela, para la que no tenían anticuerpos ni defensa, y los que cayeron en los enfrentamientos producidos como consecuencia de sus  malones.-

Citare como ejemplo de lo que he manifestado, los enfrentamientos entre los Pehuenches del  Malal Hüe, que poblaban  Mendoza desde el sur del río Diamante hasta El Campanario, entre ellos mismos y con los Huilliches chilenos.-

Su viejo cacique gobernador  Ñaincul,  con el que tuvo trato directo en el fuerte de San Carlos el Gral. San Martín, tuvo un enfrentamiento interno por el mando, que terminó con su asesinato en 1825.- El gobierno de Mendoza, -eran indios amigos-, reconoció entonces como su sucesor al cacique  Antical.-

Entre nuestros aborígenes era una costumbre inevitable la venganza.- En esta oportunidad, un hermano de Naincul,  Llanca Milla, pidió para poder efectuarla, la colaboración de indios trasandinos, tradicionales enemigos de estos Pehuenches- Recurrió a esos fines al  cacique   Huilliches llamado Anteñir.-

Este logró reunir, para atacar a los Pehuenches del Malal Hüe, 5.000 loncos (indios de lanza) y el apoyo de los  Pincheira,  que  mandaron a un lugarteniente Hermosilla, con  un grupo de soldados con armas de fuego.-

Los Huilliche sorprendieron a nuestros Pehuenches, que no esperaban el ataque y los masacraron sin distinguir entre loncos  ancianos, mujeres y niños, dando muerte incluso al mismo Cacique Antical.- Solo pudieron huir y se salvaron un millar de aborígenes, la mayor parte  chusma.-

El gobierno Mendocino pretendió ayudar a los sobrevivientes de la matanza, pero el cacique  Anteñir, les  mandó emisarios a los fugados, ofreciéndoles  que si se presentaban ante él, sometidos y sin armas, les perdonaría la vida, ue en cambio la perderían si buscaban el apoyo de los soldados del fuerte de  San Carlos.-

Creyendo el embuste, así lo hicieron los Pehuenches y todos sin excepción, loncos, ancianos, mujeres y niños, una vez frente a Anteñir, sin la más minima posibilidad de defensa, fueron ferozmente lanceados por orden de este.-

Veamos ahora a también título de ejemplo, una de las muchas matanzas internas entre  los mismos Tehuelches, producida a  mediados del siglo XVIII.-

Nuestros Pampas o Gününa Kune, que habitaban en las costas del río Salado, solicitaron en 1740  al gobernador Salcedo, de Buenos Aires,  la formación de un pueblo en su territorio, con misioneros y apoyó  español, para evitas los ataques con muertes y robos que le hacían de continuo sus primos hermanos,  los Pampas Serranos, lo que dio origen en 1741, a una fundación para ellos, que efectuaron los padres Jesuitas  Manuel Querini y Matías Strobel, llamada  Reducción de La Concepción, ubicada  al sudeste de dicho río, en el llamado Rincón de López, sobre el arroyo Dulce, cerca del mar.-

El famoso Cacique  Bravo o Cangapol, de los Pampas Serranos, de dos metros de estatura (los araucanos median 1,60) , que tenía sus toldos sobre el río los Sauces, pero extendía su dominio o influencia hasta el Río Salado, en sus andanzas visitó las Reducciones Jesuitas de  Mar del Plata, al Noreste de la Laguna de los Padres  llamada Nuestra Señora del Pilar y el Vulcán en  Balcarce, junto a la fuente Copelina denominada Nuestra Señora de los Desamparados, que eran respectivamente  de indios Pampas Seerranos o Puelches la primera y de Patagones la segunda, fundadas posteriormente a la de La Concepción.- A pesar de lo bien que fue recibido por los padres jesuitas, decidió destruirlas y matar a los curas misioneros que invadían su jurisdicción.-

 

A tal fin convocó a los cacique de sus dominios y uno de ellos, Ayalep, contestó que el no le prestaría ayuda con su gente, ya que en realidad siempre había recibido regalos y buen trato de los misioneros, que nunca lo habían agraviado.-

Cangapol decidió secretamente castigarlo.- Le envió mensajeros para avisarle que visitaría y cuando llegó con sus lanceros, aprovechando que  Ayalep lo esperaba como amigo con su gente desarmada, ordenó lancearlo, al igual que a todos sus guerreros, matándolo  con 50 loncos.- Como era también una costumbre del vencedor,  a continuación le robó la chusma, que llevó a sus toldos.-

Conviene aclarar que estas matanzas y robos eran comunes entre los indios, invocando siempre como causa, alguna  injuria que motivaba venganza.-

La invasión de indios chilenos, tuvo también en el siglo XIX una grave repercusión en nuestros Tehuelches Meridionales.-

Mucho menos numerosos, con armas más rudimentarias (la bola y el sable), fueron atacados  por los malones araucanos, que en sus correrías con mucha más gente, descendían por el oeste de la Patagonia con dirección sur, para luego, vencedores, regresar a Chile.-

Esto ocurrió en  las batallas de Languiñeo, Barrancas Blancas, Shótel Naike y  Senguer, con grandes bajas entre nuestros indios.-

No olvidemos que a su gran experiencia guerrera (de la que carecían los pacíficos patagones), los araucanos y huilliches agregaban la ventaja de saber luchar de a caballo, con  sus largas lanzas de tres metros de largo  y  sus corazas de cuero, como habían aprendido de los españoles,  elementos que tardíamente  fueron copiando nuestros indios del sur del río Chubut, que fueron los últimos aborígenes  sureños que utilizaron el caballos para  la guerra.- Pero de todos modos, en sus enfrentamientos, preferían desmontar para  pelear  a pie, y con su bola, como siempre lo habían hecho.-

 

Recordemos el importante combate del vado de Choele- Choel, a través del informe que le envía don Calixto Oyuela, jefe de Carmen de Patagones, al entonces gobernador de Buenos Aires, general Martín Rodríguez.-

Ocurrió en el año 1821.- Fue una masacre  de nuestros Pampas Serranos.- Un gran malón de araucanos moluches  había entrado a nuestro sur, protegidos por una partida de milicianos  patriotas de Chile, que incluso llevaban un pequeño cañón.- El hecho ocurrió durante la denominada guerra a muerte en Chile, que duro desde el año 1818 hasta 1824, en que los realistas fueron en esa zona  vencidos definitivamente.-

Nuestros Puelches o Pampas Serranos (Tehuelches septentrionales), se reunieron juntando aproximadamente unos 1.800 guerreros, con la intención  de cortarles la entrada a sus tierras del Río Negro.-

Lo hicieron en el  vado de Choele-Choel, fundamental en el camino a Chile, pues era el mejor paso para el ganado que se robaba en nuestras pampas con destino a ese país.- Por allí pasaban los grandes arreos.-

Pero los moluches, apoyados por los milicianos chilenos hicieron una tremenda matanza de nuestros indios, dando muerte incluso a sus jefes, los caciques Ojo Lindo y Anapilco.-

A partir de ese momento, nuestros Tehuelches debieron abandonar gran parte de su territorio original,  las tierras  entre los ríos Negro y Colorado y también parte de la actual provincia de La Pampa.- Por consiguiente el paso de Choele Choel quedo desde entonces en manos de aborígenes chilenos.- Nuestros Pampas Serranos  debieron trasladarse al sur del Río Negro y a Guaminí en la provincia de Buenos Aires, lugares que por supuesto ya ocupaban desde la llegada de los españoles.

Casi en forma simultánea, los Araucanos Vorogas del río Imperial, que luchaban en Chile a favor de Fernando VII, vencidos por los patriotas,  se vieron forzados a abandonar la Araucania,  su tierra natal y a cruzar al Este de la cordillera.- Lo hicieron con su chusma  y conjuntamente con los guerrilleros realistas de los hermanos Pincheira.-

Una vez en tierra Argentina, primero, malonearon robando y saqueando principalmente en  Mendoza,  el sur de San Luis, Córdoba, Santa Fe y  desde su noroeste, la provincia de Buenos Aires.-

Finalmente sus caciques mayores, Rondeau, Melian (o Melín) y Cañiuquir, con varios miles de loncos y chusma, desalojaron a nuestros Pampas Serranos  de la zona de Guaminí (Laguna de Monte),  Carhué y Epecuén,  de la provincia de Buenos Aires, haciendo allí su asiento permanente, con el apoyo siempre de los guerrilleros de los hermanos Pincheira.-

Debemos tener en cuenta la importancia de estos puntos para los arreos de ganado robado, por sus buenos pastos y abundante agua, a punto tal que cuarenta años más tarde, Calculfurá antes de morir, instruye a sus hijos de que jamás dejaran al cristiano ocupar esas tierras.-

Nuestros Pampas Serranos nuevamente debieron retirarse más al Este, a la región de las Sierras de la provincia de Buenos Aires.-

A partir de su entrada los  Vorogas y los Pincheiras, pasaron a ser un grave problema para nuestros tehuelches y también para los gobiernos de Buenos Aires y Mendoza,  a punto tal que Don Juan Manuel de Rosas comenzó a negociar con el cacique mayor Cañiuquir, para tratar de apartar a los vorogas de los guerrilleros realistas, de modo de debilitar el poder de fuego, que fortalecía sus lanzas.-

Durante el curso de estas negociaciones, a fines de 1830, los Vorogas, con apoyo nuevamente de los guerrilleros relistas comandados por Zuñiga , atacaron a los Pampas Serranos asentados en la  Sierra de la Ventana y Sauce Chico, haciendo una gran matanza entre los mismos, que incluyo la muerte de sus caciques Curitripay, Catrileu y Lomo Colorado.- Este último,  poco antes había denunciado a Martiniano Rodríguez jefe de la Fortaleza Protectora Argentina, que los vorogas y guerrilleros  planeaban esta masacre, solicitándole protección.-

No conformes con la lanceada, los persiguieron con saña hasta la misma Bahía Blanca, dándoles muerte a los que habían logrado llegar, frente a la  misma Fortaleza Protectora Argentina, que no pudo abrirles sus puertas.- Su Jefe, Martiniano Rodriguez, nada pudo hacer para ayudarlos, dada la orden recibida de Rosas de mantenerse prescindente, para no estorbar sus negociaciones con añiuquir, convirtiéndose así en un mudo e impotente observador de la masacre de los indios tehuelches.-

Martiniano Rodríguez anotó en su parte diario, que desde la muralla de la fortaleza “escuchaba los galopes cortos de los lanceros vorogas y soldados pincheiranos y el griterío de la chusma cuando era lanceada o sableada.- Era, dice, el “ruido característico de las persecuciones y las matanzas que se estaban produciendo de los indios Pampas, que intentaban en vano llegar hasta el refugio de la fortaleza”.-

Esta matanza de nuestros Pampas Serranos,  agravaba una anterior, ya que los Vorogas siempre con los Pincheiras, el 25 de septiembre de 1830, habían acuchillado a los  a la tribu del cacique Tetruel, que tenía sus toldos en Curamalál, cerca de la actual Pigüe.-

Era evidente que Vorogas y Pincheiras querían demostrar al gobierno de Buenos Aires, su superioridad frente a los indios locales, y su dominio absoluto  del terreno, lo que era cierto, a punto tal que los caciques  Reynagual y Chocori, para salvar su gente de las matanzas,  debieron  trasladar sus toldos a la  ya mencionada orilla Sur del Río Negro.-

El jefe guerrillero chileno Zuñiga, incluso mandó una carta a Martiniano Rodríguez, y tras informarle de la matanza efectuada, le pedía “hipócritamente autorización”, , para continuar la persecución de los Serranos de lanza y de su chusma.- Por supuesto que aunque Rodríguez contestó negándole el permiso, la misma continuó

 

Conforme una vieja costumbre ya explicada entre los indios, poco después, el cacique Toriano, Pehuenche, aunque nacido en Chile, maloqueó contra los toldos Vorogas para vengar la masacre de los Puelches, dándose prontamente a la fuga para evitar la reacción de aquellos que no tuvieron oportunidad de tomar a su vez posterior venganza.-

Durante la campaña al Desierto del año 1833, don Juan Manuel de Rosas, comandante del ala  Izquierda,  tras organizar prolijamente la tan necesaria expedición en aquellos momentos,  marchó al sur y estableció su cuartel general en Medano Redondo, sobre el Río Colorado, lugar al que llegó evitando todo tipo de enfrentamientos con los poderosos Vorogas y sus enemigos Ranqueles.-

Desde allí despacho a sus segundos, en una campaña que fue solamente de exterminio y no de ocupación.- Esto permitió que al término de la misma (1834), los indios volvieran nuevamente a los territorios que habían abandonado ante el avance de las tropas de los jefes de las tres columnas enviadas por Rosas, que partieron desde Medano Redondo al Sur y al Oeste.-

La primera columna, estuvo al mando del General Ángel Pacheco y marchó directamente al Río Negro, siendo el primer argentino que llegó a este río por tierra.- Lo remontó por ambas orillas hasta la isla de Choele-Choel y posteriormente su expedición llegó hasta la confluencia con los ríos  Limay y Neuquén.-  Su actuación desde el punto de vista militar,  fue brillante.-

Del mismo modo, Rosas  envió a sus coroneles Pedro Ramos y Manuel Delgado.-El primero remontó  el Colorado, cruzando el Chadi- Leuvu, siguió hasta el río Barrancas y  remontó el Río Grande antes de regresar.- El otro llegó hasta el sur de Mendoza, atravesando la tierra de los Ranqueles, los eternos y peores enemigos que tuvo siempre Rosas.- Estos, que había sido derrotados en “Las Acollaradas” por el jefe  del ala del centro, el general Ruiz Huidobro, combate en el que incluso perecieron dos hijos de Yanquetruz, prefirieron ocultarse ante el avance de las tropas, evitando todo tipo de enfrentamiento con Delgado.-

Isidoro Ruiz Moreno, en su libro “Campañas Militares Argentinas, To. II, transcribe la orden dada por Rosas al coronel Pedro Ramos: “No conviene que al atacar una toldería traigan muchos prisioneros vivos: con 2 o 4 hay bastantes, y si más agarran, esos allí en caliente nomás se matan a la vista de todo el que este presente, pues que entonces en caliente nada hay de extraño, y es lo que corresponde.- Pero estos prisioneros, no se descuide con ellos, si alguno es de importancia tal que yo hable con él, mándemelo, pero sino,  lo que usted debe hacer, es luego que ya enteramente no los necesite para tomarle declaraciones, puede hacer al marchar un día quedar atrás una guardia, bien instruido el jefe encargado, que me parece puede ser bueno para ello Valle, que luego que no haya ya nadie en el camino, los puede ladear al monte y allí fusilarlos.-

Es por eso que el padre  Furlong, sostiene acertadamente, que la campaña de Rosas fue  de exterminio de los indios trasandinos que ocupaban nuestro mal llamado desierto.-

A pesar de que Rosas no participo personalmente en los combates contra los indios, fue  el organizador de la campaña y el que dio las directivas a los jefes militares de todas las columnas.- Por ello, fue nombrado por la legislatura porteña “Héroe del Desierto”  y  se le otorgó en premio la isla de Choele- Choel, que rechazó,  pero pidió en su reemplazo una fracción de tierras en la provincia de Buenos Aires.- La Legislatura  Porteña decidió entonces regalarle 60 leguas cuadradas en la provincia, dejando el lugar o los lugares a su elección.-

Según Rosas (publicación efectuada en La Gaceta Mercantil del 24 de diciembre de 1833), en esta campaña murieron 3.200 indios o sea  más del doble de los que cayeron en la campaña al desierto del general Julio Argentino Roca.-

Sin embargo esta cifra esta en discusión.- La mayoría de los historiadores  elevan la cantidad de muertos, a cerca de 6.000 indios.-

Terminada la campaña del  desierto, el general   Guido, informado desde Chile por Bulnes, avisó a Rosas que pretendían entrar al país, al mando de los caciques Juan Calfucurá y su hermano Francisco Namuncurá alrededor de dos mil indios Huilliches, aborígenes chilenos del sur del río Tolten, de etnia pehuenches,  pero araucanizados, como ya he dicho,  desde la época de sus luchas, primero contra la invasión del Inca Tupac Yupanqui en el  año 1443, tras sofocar la rebelión Aymará del Lago Titicaca, que  continuó su hijo Huaina Cápac, que murió en el año 1525.- Posteriormente la de los  conquistadores españoles,  don Diego de Almagro en el año 1536, y poco después don Pedro de Valdivia, fundador de la ciudad de Santiago sobre el río Mapocho, en 1541.-

Los indios del sur del río Maule (Picunches, Araucanos y Huilliches) se unieron frente a estas invasiones, para luchar juntos contra los que eran un enemigo común, lo que originó esta araucanización a pesar de sus enemistades personales.-

Rosas, en lugar de evitar su entrada, optó por pactar con Calfulcurá, permitiendo la misma  a condición de que atacaran a los indígenas  que él consideraba sus enemigos, los vorogas, a los que les tenia gran desconfianza,  y/ o los Ranqueles.-

Este pacto esta probado e incluso hay una carta en que  Calfucurá le informa a Mitre casi treinta años más tarde: “También le diré que yo no estoy en estas tierras por mi gusto, ni tampoco soy de aquí, sino que fui llamado por don Juan Manuel, porque estaba en Chile y soy chileno, y ahora hace como treinta años que estoy en estas tierras”.-

Pero los Huilliches, si bien no atacaron a los Ranqueles, dejaron a Rosas más que satisfecho con su accionar.- Dirigieron sus lanzas contra lo Vorogas, sus mortales enemigos durante la llamada guerra a muerte en Chile y además enemigos tradicionales en épocas anteriores.-

Calfucurá, desde Chilue,  envió sus mensajeros a Rondeau, haciéndole saber que marchaba en paz sus toldos, para comerciar los numerosos productos que traía desde Chile.- Los Vorogas creyeron el embuste.- Los esperaron como amigos, sin precaución alguna.-

Así, los Huilliches. cayeron con sus lanzas en forma sorpresiva y traidora, masacrando a los loncos Vorogas, en horas que estos estaban entregados al descanso, sin precaución ni guardia  alguna, pues esperaban  la llegada de los Huilliches al día siguiente,  como comerciantes amigos.- Los Huilliches asesinaron además,  a los caciques mayores Mariano Rondeau y su hermano Melín o Melian, en lo que la historia conoce como la “TRAICION DE MASALLE” (año 1834).-

Finalmente, como era una costumbre en estos casos, les robaron su chusma.-

Se salvaron de esta masacre por tener sus toldos más apartados, algunos pocos caciques, entre ellos Coliqueo, y el cacique mayor Cañiuquir, que tenía los suyos en Guaminí.-  Coliqueo, y dos más, buscaron refugio entre los Ranqueles, con quienes convivieron varios años.-

En premio por la matanza, Rosas autorizó a Calfucurá y Namuncurá, a establecer sus toldos en las Salinas Grandes.-

Cañiuquir por su parte, se asentó en el arroyo “El Pescado”, cerca de la Laguna de Montes.- Dos años más tarde, Rosas envió a los coroneles Zellarrayán y Francisco Sosa, con los Blandengues de la Fortaleza Protectora Argentina, con instrucciones de sorprenderlo en sus toldos.-El cacique moluche Venancio se unió a estas tropas.-

Esto ocurrió en abril de 1836.- Cañiuquir, sorprendido,  perdió 900 lanzas, pero logró escapar  con cerca de un 300 loncos.- Pocos días después, el 28 de abril, fue alcanzado y derrotado totalmente en el Pasaje  Llanguil.- Cañiuquir y los  indios que lo acompañaban fueron cercados y acuchillados, tomándose prisionera a toda su chusma.-

El cacique chileno Moluche  Raylef  el viejo, decidió vengar la muerte de Cañiuquir.- Cruzó los Andes con veintitrés caciques y capitanejos y más de 1.500 indios   de lanza araucanos, además de su chusma y dirigió un malón que debió soportar Bahía Blanca, en agosto de 1837, sin lograr su propósito de tomar la Fortaleza Protectora Argentina.-En cambio, consiguió dar muerte en su casa de Bahía Blanca al Cacique Venancio,  que había participado con las fuerzas argentinas en las acciones de El Pescado y Pasaje Llanguil.-

Rechazado en su intento, se dedicó a malonear en nuestro territorio, formando en arreo de miles de cabezas de ganado, robadas en el Sur de Córdoba, Santa Fe y Noroeste de Buenos Aires, tomando además numerosas cautivas, con todo lo que marchó de regreso a Chile.-

En su retirada, Rosas envió sus tropas a perseguirlo, por lo que Raylef debió desviar su camino, buscando para seguridad la ruta del Río Colorado hasta Neuquén, haciendo alto para descansar y engordar el ganado antes de cruzar la cordillera.-

Allí fue sorprendido descuidado por los Huilliches de Calfucurá, que venían secretamente en apoyo de los soldados de Rosas, los que dieron muerte a lanzazos a Raylef y a la mayor parte de sus guerreros.- De éstos, pocos lograron huir, y los que lo hicieron hacia el Este,  cayeron en manos de los soldados que venían siguiendo su rastrillada.- Estos fueron llevados y fusilados por orden de Rosas en Chacarita.-

Las tropas de Rosas, en su regreso, atacaron los toldos del hijo de Raylef, José María, en Tapalqué, el que era  ajeno a los malones de su padre, dando muerte a pesar de eso a  ochenta indios de pelea.-

Calfulcurá obtuvo un nuevo premio.- Rosas le permitió quedarse con todo el ganado robado por el malón y además con la chusma de Raylef.-

Después de Caseros, Calfucurá que había perdido a su protector, formó en Salinas Grandes, donde se calcula que había más de 13.000 indios chilenos, una gran confederación indígena.-  Contó para esto con el apoyo de su hermano Renque-Curá, que se estableció con 2.000 loncos chilenos en el centro de Neuquén, entre nuestros tehuelches  Manzaneros de Sahiueque y los Pehuenches de Varvarco, de Purran.-

En cuanto a nuestros originarios Pampas  Serranos, quedaron reducidos en Buenos Aires a las zonas  de Junín, 25 de Mayo, Azul, Tandil y Talalqué.-

El año 1852 Calfucurá hizo notar nuevamente su poder con un gran malón contra Bahía Blanca y en 1855, con otro contra Azul, en el que dio muerte a más de 300 pobladores de la región.- Para este ataque, contó con el apoyo de nuestros Pampas Serranos  comandados por sus caciques Catriel el viejo y Cachul.-

A raíz de esto, el General Mitre, ministro de guerra de Buenos Aires, intentó llevar adelante desde Azul, una campaña contra los serranos, llevando al coronel Díaz como su segundo en el mando.-  Dividió sus fuerzas.- Mando a Díaz a combatir a Catriel y el marcho contra Cachul, al que sorprendió  en Sierra Chica.-

A  pesar de la sorpresa, fue rechazado por los aborígenes en su intento inicial, por lo que opto por acampar a la espera de Díaz.- En lugar de este con los  refuerzos, llegó Calfulcurá con  600 lanzas, por lo que Mitre  optó por escapar a la ciudad de Azul, aprovechando la noche y dejando los fogones encendidos para disimular su retirada.-

A esta derrota en Sierra Chica, siguió al año siguiente  la del General Manuel Hornos en San Jacinto , razón por la cual el gobierno de Buenos Aires optó por firmar  un acuerdo de paz con  los Pampas Serranos,  pacificándose así la zona de Azul y Tapalqué hasta la muerte de Cipriano Catriel en 1874, cuando acompaño a la revolución Mitrista.-

Sin embargo, la denominada frontera siguió azotada por Calfucurá, los Pehuenches Boreales, y los Ranqueles, más los araucanos  que cruzaban continuamente los Andes para venir a malonear y robar ganado por su cuenta, o uniendo sus lanzas a las de las otras tribus.-

Calfucurá finalmente fue derrotado definitivamente  en su último gran malón, en el año 1872, en que lo venció el general Ignacio Rivas, en la batalla de San Carlos el 8 de marzo, cerca de la localidad de Bolivar, recuperando el vencedor  además la mayor parte del arreo de más de  200.000 cabezas de ganado vacuno, robado principalmente de las zonas de 25 de Mayo y 9 de Julio.-

El malón contó con el apoyo de las 6.000 mil lanzas, muchas trasandinas que cruzaron los Andes nada más que para unirse al mismo, y durante su transcurso los indios asesinaron a más de 300 vecinos, capturando más de 500 personas.-

Rivas por su parte contó a su favor con 800 indios de Cipriano Catriel, consientes de que luchaban contra indios chilenos y no sus hermanos aborigenes, y casi 200 lanzas de Coliqueo, ya indio amigo instalado en Los Toldos,-

Estos lanceros indígenas  tuvieron una participación activa y fundamental en el triunfo, ya que las tropas de Rivas  eran solamente 365 soldados de línea y 300 milicianos voluntarios.-

En el encuentro combatieron 3.500 lanzas del lado de Calfucurá, o sea por cada soldado había cuatro indios.- Sus jefes fueron Manuel Namuncura y Renque-Cura.-

Un año después, Calfucurá, que salvó su vida huyendo al desierto,  moría de muerte natural el 4 de junio de l873, en Salinas Grandes, en sus tolderias de Chiloe.-

Sin embargo, todavía tendría que soportar Buenos Aires otro gran malón en 1876, dirigido por Manuel Namuncurá, nacido en chile,   sucesor de su padre, que no pudo  tener el poder el mismo  sobre otras tribus o etnias.- Tanto Pincén como Mariano Rosas, mantuvieron su independencia.-

Al malón de 1876 se lo denominó “La Invasión Grande.- Intervinieron 5.000 lanceros, que primero rodearon Azul, saqueando su campaña, extendiendo su frente desde Tapalqué hasta Bahía Blanca, logrando un botín según Estanislao Zeballos, de alrededor de 300.000 animales, y causando nuevamente alrededor de otros 300 muertos y 500 cautivos.- Pero las tropas nacionales ya eran otras.- Reaccionaron de inmediato, y pese a que Namuncurá lanzó ese año continuos importantes malones más chicos por diferentes puntos, terminaron todos derrotados.-

1.876 marcó el fin de los grandes malones.-

Julio Argentino Roca reemplazó a Alsina, que falleció siendo ministro de guerra y  comenzó una guerra ofensiva  que culminó con la  gran Campaña del Desierto.-  Ella puso fin al dominio y saqueo del indio y agregó todo el sur a la patria.-

Villegas con su campaña del cuadrilátero (1882/1883 arrojó a los indios trasandinos al oeste de la Cordillera, a sus tierras originales.-

El 1° de enero de 1885 se dio por terminada la campaña del desierto en  nuestro sur.-

Nuestros aborígenes manzaneros fueron ubicados en Chubut, Sahiueque en APELE, su hermano Nahuelpan en ESQUEL y el otro Nahuelquin en CUSHAMEN, donde hoy conviven pacificamete sus sucesores que equivocadamente algunos denominan Mapuches, con el resto de los pobladores de la zona.-

Nada tienen que ver estos aborígenes con los araucanos y trosquistas que ocultan sus rostros para parecer indios e integran el movimiento RAM, que nunca fueron indígenas de esa zona, que hoy usurpan y perturban (son campos de Benetton), ante la pasividad de nuestras autoridades y nuestra justicia, incapaces de hacer respetar nuestra soberanía y nuestra bandera.-

Señores, no incluyo en este juicio final a nuestra Gendarmería Nacional a la que espero que en algún momento se le permita actuar o por lo menos defenderse con el uso de la fuerza ante los ataques violentos que debe soportar.-

 

*Académico Honorario – Academia Argentina de la Historia