El mar se mece frente a mí
Y a mis espaldas
La música del mundo entero
Alegra el atardecer.

Se anuncia, en silencio, el frío
Y en el cercano estero
Nadan los patos grises,
Hasta el anochecer.

Ladran perros, hambrientos,
Mientras la noche avanza
Y en siniestra danza
Acosan a hombres y sombras.

La calma invernal sigue
Su rutina helada
Y tiñe de níveo color
El alba renovada.

Mar del Sur, julio 12 de 2005

Por Guillermo Lascano Quintana