El objetivo de esta presentación es tratar de reconocer el mundo en que vivimos, en el cual tengo la impresión de que prevalece la confusión. Al respecto voy a citar a Séneca: “Para el que no sabe a dónde va no hay viento favorable”. Y me voy a permitir citara a Armando Ribas: para el que no sabe dónde está ni porqué está donde está, difícilmente sepa a dónde quiere ir”

Esa confusión resulta de la falacia de la llamada Civilización Occidental y Cristiana. Ello implica en primera instancia confundir la filosofía política angloamericana con la franco-germánica como expresión de Iluminismo. La realidad al respecto es que de la primera surgió la libertad y de la segunda el totalitarismo como la racionalización del despotismo. El despotismo prevaleció en la historia de manos del poder divino de los reyes.

Al respecto en carta a Sarmiento, Alberdi escribió: “En vista de los ejemplos célebres que acaban de probar ante el mundo aterrorizado, que se puede ser bárbaro sin dejar de ser instruido: hay una barbarie letrada mil veces más desastrosa para la civilización verdadera que la de todos los salvajes de América desierta. Los que quemaron París eran más instruidos que el Sr. Sarmiento”.

Ayn Rand: “La filosofía política angloamericana y la franco-germánica son tan diferentes como el día y la noche…La filosofía política angloamericana nunca fue comprendida por los filósofos continentales”.

De acuerdo a William Bernstein en su “The Birth of Plenty” la libertad y la creación de riqueza surgieron hace solo unos doscientos años. Hasta entonces el mundo vivía como vivía Jesucristo. Y al respecto Karl Popper insistió: “A pesar de nuestros serios y grandes problemas y a pesar del hecho de que seguramente nuestra sociedad no es la mejor posible. Yo digo que nuestro mundo es por lejos la mejor sociedad que haya existido durante el curso de la humanidad”. Lo dijo hace más de 50 años, y seguro que hemos mejorado.

Lo importante entonces es reconocer los factores determinantes de la evolución del mundo y que hoy parecen ser ignorados o peor aun descalificados de mano de la izquierda en nombre de la falacia de la igualdad.

El primer factor fue el pensamiento de John Locke que determinara la Glorious Revolution de 1688 en Inglaterra y seguidamente la Revolución Industrial. Comenzó con el reconocimiento de la naturaleza humana y en función de ella reconoció que los monarcas también son hombres: “Como si los hombres abandonando el estado de naturaleza, entran en la sociedad, ellos acuerdan que todos ellos menos uno deben estar bajo la restricción de la ley; pero el debe todavía  toda la libertad del estado de Naturaleza, incrementado con poder, y hacer licencia por impunidad”. Por tanto concluyó que   se requiere limitar las prerrogativas del rey.

Al respecto de la religión concluyó que nadie puede ir al cielo con una religión en que no cree. Y voy a agregar que si en Inglaterra en la época de los Tudor y Crowell hubiese habido libertad religiosa, los Estados Unidos no hubieran existido. Siguió el reconocimiento del derecho de propiedad y el derecho a la búsqueda de la propia felicidad, que consideró el principio fundamental de la libertad.

Ese principio significa que el interés privado no es contrario al supuesto interés general. Cuando se pretende lo contrario lo que prevalece es el interés de los que integran el poder político. Y la consecuencia la pobreza general del país frente a la riqueza de los que gobiernan. Ejemplo los Castro.

Un concepto fundamental de la integración del sistema ético político y jurídico que cambió la historia del mundo-El liberalismo-es que no depende de la cultura nacional. La cultura como expresión del comportamiento está determinada por el sistema político.

David Hume: No podemos cambiar la naturaleza humana, si queremos cambiar los comportamientos tenemos que cambiar la situación y las circunstancias. La prueba la da Hume y al respecto se refiere a los ingleses: “Los ingleses en aquella época estaban tan totalmente sometidos que como los esclavos del Este estaban inclinados a admirar los actos de violencia y tiranía que se ejercía sobre ellos y a sus propias expensas”.

Y llegó Adam Smith que con su aseveración respecto a lo que denominara la mano invisible convalidó el derecho a la búsqueda de la felicidad y dijo: “Persiguiendo su propio interés el frecuentemente promueve el de la sociedad más efectivamente que cuando el realmente intenta promoverlo. Yo nunca he visto mucho bien hecho por aquellos que afectan el negociar por el bien público”. A los hechos me remito.

Esos principios fueron llevados a sus últimas consecuencias por los Founding Fathers en los Estados Unidos a partir de la Constitución de 1787 y el Bill of Rights de 1791. Richard Epstein: “Los principios incluidos en la clásica Constitución liberal no son aquellos que operan solamente en esta o aquella era. Ellos son principios para todas las eras”. También es conveniente reconocer que esa decisión no fue producto de la cultura de los americanos y al respecto Alexander Hamilton escribió: “Nosotros podemos decir con propiedad que hemos alcanzado casi la última de la humillación nacional. Y seguidamente reconoció lo que considero un principio fundamental: “Una ambición peligrosa subyace bajo la especiosa máscara del celo por los derechos del pueblo”.

Consciente de esos conceptos James Madison escribió: “Si lo hombres fueran ángeles ningún gobierno sería necesario. Si los ángeles fueran a gobernar a los hombres. Ni externos ni internos controles al gobierno serían necesarios. Al organizar un gobierno que es una administración de hombres sobre hombres la gran dificultad yace en esto: Ud. Debe primero capacitar al gobierno para controlar a los gobernados; y en segundo lugar, obligarlo a controlarse a si mismo. La dependencia en el pueblo es sin duda el primer control al gobierno, pero la experiencia  ha enseñado a la humanidad la necesidad de precauciones auxiliares”.

A partir de ese criterio  en el   caso Marbury vs. Madison el juez Marshall decidió: “Todos aquellos que han creado constituciones escritas las contemplan como formando la ley fundamental y principal de la nación, y consecuentemente la teoría de todos esos gobiernos debe ser que toda ley de la legislatura repugnante a la Constitución es nula.  Es enfáticamente   la función y el deber del poder judicial decir que es la ley”.

El sistema que fuera denominado The Rule of Law, basado en los principios liberales no es la democracia. Por ello Jefferson dijo: “Un despotismo electivo no es el gobierno por el que luchamos”. Y en esa línea Madison publicó: “Hombres de temperamento faccioso de prejuicios locales o designios siniestros, pueden mediante la intriga o por otros medios, primero obtener los sufragios y después traicionar los intereses del pueblo”. Así podemos ver que los Founding Fathers aceptaron el criterio de Aristóteles que había reconocido que la democracia era la destrucción de la república. Y por ello Ira Glasser reconoció: “Los primeros americanos de hecho inventaron una nueva forma de gobierno. Pero hicieron algo más que eso. Ellos declararon un nuevo propósito del gobierno. Ese propósito nuevo fue la protección de los derechos individuales”.

Y aquí llegó la confusión prevaleciente: Peter Drucker: Tan difundida y tan falaz como la creencia de que la Ilustración generó la libertad en el siglo XIX es la creencia de que la Revolución Americana  se basó en los mismos principios que la Revolución Francesa y que fue su precursora. Y esta realidad aun la enfrentamos pues a todos nos han enseñado que la Revolución Francesa fue el origen de la libertad cuando fue la generadora del totalitarismo bajo la Diosa Razón, Acción mediante de Roberspierre y seguido por Napoleón. El totalitarismo es la   racionalización del despotismo.

El Iluminismo: El oscurantismo de la razón. Así lo muestra el pensamiento de Rousseau, Kant, Hegel y Marx sobre La Guerra, el Estado, la Propiedad la búsqueda de la felicidad y el comercio. En primer término Rousseau determinó que la propiedad está siempre sometida a la sociedad desconociendo la naturaleza humana propuso la creación de un hombre nuevo y convertirlo en  parte de un todo mayor, la sociedad. Finalmente estableció el principio del totalitarismo y escribió: “Igual que la naturaleza le da a cada hombre poder absoluto sobre las partes de su cuerpo, el pacto social le da al cuerpo político absoluto sobre sus miembros. La soberanía”.

Y llegó Kant que en primer término determinó que la búsqueda de la felicidad es contraria al principio de la moral. Y seguidamente aprobó el totalitarismo y dijo: “De esto surge que el soberano del estado solo tiene derecho en relación a sus súbditos y no deberes coercibles”. Por supuesto estaba a favor de la guerra: “El hombre busca la concordia, pero la naturaleza conociendo lo que es mejor para las especies, desea la discordia”. En ese mismo sentido siguió Hegel y dijo: “El estado es la divina idea tal como se manifiesta en el mundo, y la guerra es el momento ético de la sociedad”.  Al respecto Montesquieu en sus Cartas Persas reconoció que los musulmanes pensaban que los cristianos eran los que más se mataban entre ellos.

Y llegó Marx quien después de reconocer que la burguesía en 100 años había creado más riquezas que todas las generaciones previas juntas acusó a los capitalistas como explotadores del proletariado. Consiguientemente determinó la lucha de clases. Seguidamente propuso que tenía que llegar la dictadura del proletariado que eliminaría la propiedad privada y entonces como todos los hombres ería iguales no sería necesario el gobierno y se crearía un cielo en la tierra. Insisto pues en la falacia de la civilización occidental.

Liberalismo y conservadorismo. Los Estados Unidos el Rule of Law, La democracia, el liberalismo y el socialismo. La izquierda y el control de la ética en nombre de la falacia de la igualdad. Están a favor de los pobres y recordemos a Aristóteles: Cuidado que los pobres siempre van a ser más que los ricos. Por ello tengo la impresión de que el socialismo es la denominación dada por el Iluminismo a la demagogia.

Y  volviendo a la falacia; Jean François Ravel: Son los europeos que yo sepa los que hicieron del siglo XX el más negro de la historia en las esferas política y moral. Ellos fueron los que provocaron los dos cataclismos de una amplitud sin precedentes que fueron las dos guerras mundiales; ellos fueron los que inventaron y realizaron los dos regímenes más criminales jamás infligidos a la especie humana. El totalitarismo es esa doctrina moderna que Europa le regaló al mundo”.

Hoy la guerra ha desaparecido. La terminación de la guerra la previó Alberdi hace 150 años y dijo: “Las guerras serán más raras en la medida que la responsabilidad por sus efectos se hagan sentir entre los que las incitan y las declaran” Ese es el resultado de las armas nucleares. Y siguió: “Las guerras seguirán mientras haya unos que las hacen y otros que las hacen hacer” El terrorismo del siglo XXI.

Pero Marx está presente vía Eduard Bernstein quien predijo que al socialismo se podía llegar democráticamente y sin revolución. Ese hecho se ha cumplido en Europa y el aumento del gasto ha determinado que  hace diez años que no crece. Como bien dijo Ayn Rand: “Comunismo y socialismo son asesinato y suicidio”. Y Oh milagro de la historia en Estados Unidos se han presentado candidatos a la presidencia en el partico demócrata que se reconocen socialistas. Régimen que implica la violación de la Constitución Americana. Pero seamos idealistas y pensemos y tratemos de que se reconozca el sistema ético político que cambió la historia de la humanidad. Libertad y riqueza.

Al respecto de nuestro análisis histórico pasemos a La Argentina. La Argentina fue el segundo país del mundo en tener el sistema ético político que cambió la historia del mundo y al cual me he referido. Por ello entre 1853 y principios del siglo XX la Argentina dio un salto cuántico en la historia y pasó de ser uno de los países más pobres del mundo a uno de los más ricos. Tal como reconoció “The Economist” a principios del siglo XX la Argentina tenía un ingreso per cápita superior al de Alemania, Italia y Francia.

El factor determinante de ese proceso no fue la Pampa Húmeda. Como muy bien señala Alexis de Tocqueville: “Las tierras producen menos en razón de su fertilidad que de la libertad de sus habitantes”: Y ese curso histórico fue el resultado de aplicar la Constitución de 1853 propuesta por Alberdi y acordada por Mitre y Urquiza. Y al respecto reconozcamos que ese hecho fue producto de la acción y el pensamiento de Urquiza, Mitre, Sarmiento y Alberdi. Y sin Urquiza no hubiese existido la Argentina y su accionar le costó la vida cuando los provincianos por su acuerdo con mitre lo consideraron traidor.

Es hora que recordemos a Alberdi quien ya había tomado en cuenta que “El peor enemigo de la riqueza del país es la riqueza del Fisco”. Asimismo recordemos que el proceso de decadencia argentina se inicia con el Nacionalismo Católico y lo siguen Irigoyen y decididamente Perón. Volvamos a Alberdi y regresemos a la Argentina que fue. Esperemos que Macri en sus buenas intenciones encuentre el camino señalado por Alberdi y Sarmiento y con ese propósito está actuando hoy la UCEDE