Cultura / Fundación ICBC.
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link al video: https://youtu.be/mBYdFtAQtjg

La sustentabilidad como concepto tiene muchos puntos de apoyo que se complementan y fortalecen. Todos giran en torno a un modo de vida del ser humano que respete el bienestar de la naturaleza así como el tejido social, o sea el bien común de todos los que conformamos esta comunidad que habitamos la tierra como planeta.

Partiendo de esta realidad es que Fundación ICBC presenta como parte de su ciclo sobre arte y sustentabilidad el trabajo fotográfico de Rodrigo Illescas.

Las fotografías de Rodrigo nos acercan de forma poética a la realidad de tantos pueblos que formaron parte de la circulación de la red de trenes que atravesaba la provincia de Buenos Aires. Con el paulatino desaparecer de la llegada del tren, cada pueblo va cayendo en una transformación, a causa de la falta de vida, que apaga poco a poco sus luces.

La historia de quienes habitan estos pueblos es la que Rodrigo retrata en sus fotos. A partir del diálogo con quienes aún quedan, junto con una puesta en escena que da como resultado una imagen que nos conecta con lo que pasa desde una mirada profunda. Lo que vemos es la belleza de la nostalgia, reflejada en la luz y los tenues colores. La fuerza de la soledad, impregnada de silencio.

En este video Rodrigo nos cuenta en primera persona la experiencia de realizar este proyecto, viajar, adentrarse en esta realidad, y su deseo de que tomemos conciencia de la importancia de volver a darle vida a las vías del tren y los pueblos que conectan. 

RESUMEN DEL PROYECTO POR EL FOTÓGRAFO RODRIGO ILLESCAS

“Las catedrales de la nostalgia” es el título que da vida a este proyecto de producción

fotográfica, a cargo del fotógrafo Rodrigo Illescas. El mismo consiste en la búsqueda por parte del artista de inmortalizar mediante la fotografía a aquellos pueblos de la provincia de Buenos Aires (República Argentina) que sufrieron un abandono súbito a raíz del cierre histórico de líneas de trenes o estaciones que los mantenían conectados con puntos centrales de la provincia.

Este proyecto se propone mostrar los vestigios de aquellos que en algún momento fueron pueblos “vivos”, y que por una decisión estatal -administrativa o política- se vieron inmersos bruscamente en un estado de desolación y abandono. Se busca a la vez concientizar al espectador respecto del importante rol que cumple el sistema ferroviario en nuestro país no solo como medio de transporte sino como motor de desarrollo urbano, no importa el momento histórico en que nos situemos.

La imagen impresa del abandono y la consiguiente muerte de estos pueblos sitos en zonas ahora desoladas, muestra en contra cara la vida que trae consigo el ferrocarril, destacando la importancia de apoyar políticas estatales que apunten a revivir un sistema de transporte que ofrece múltiples ventajas económicas, medioambientales y de calidad de servicios.

El objetivo principal del proyecto es rescatar las historias de las personas que viven en estos pueblos, habitarlos, de modo que se pueda visibilizar la problemática planteada, haciendo foco en las vivencias de sus pocos habitantes, protagonistas y testigos del relato, retratado a través de los ojos del artista.

Objetivos y fundamentos del proyecto

Las ciudades avanzan, crecen pero también van dejando atrás, en medio de la desolación, trozos de sí. Ese olvido, ese abandono es también parte de su historia. Pero se insiste en darle la espalda.

En Argentina, una decisión dio lugar a que pueblos enteros queden sumidos en el olvido. Esadecisión tuvo que ver con el des-financiamiento y el posterior cierre de algunas líneas de tren que conectaban el centro con los pueblos aledaños.

Los vestigios de esta medida son pueblos enteros en los que los pocos habitantes que

quedan, luchan por su memoria, por su historia; se abrazan a una esperanza imposible.

Cada uno de esos habitantes son como catedrales de la nostalgia que se erigen en medio de la soledad.

Están sumidos en el silencio de sus propios fragmentos. Habitando historias incompletas, latentes. Pero están ahí. En el centro de una escena imaginada; desde el fondo de un espacio que los cubre. Retratados como huéspedes de su propio mundo. Descubiertos suavemente en su muda insinuación.

Son rostros velados, manos que se asoman al misterio, cuerpos que se ocultan en sus vidrios…

Estas catedrales detienen la escena en el momento justo, en el instante casi imperceptible en el que las cosas, cada una a su modo, nos entregan una promesa.

Las imágenes pretenden situarse en el umbral del acontecimiento. Plantear un interrogante que interpela a los protagonistas, pero también a los espectadores que no pueden más que confirmar su presencia. Sí, estamos acá. Y no podemos dejar de vernos ahí.

Es una propuesta sobre la soledad existencial del mundo contemporáneo. Con la puesta en escena como recurso deliberadamente ideado para incrementar la capacidad narrativa de la obra fotográfica, acercándola a códigos interpretativos más acordes con el lenguaje del cine y el teatro que lo estrictamente fotográfico, en las escenas serenas e inquietantes propongo la resolución del momento pasado, la situación, el hecho grabado.

Así, aquellas historias no habrán terminado y los personajes que las componen seguirán dotados de una cierta cualidad enigmática que, de repente, los hará visibles, les devolverá la vida. No sabemos quiénes son y, sobre todo, no sabemos qué les está pasando. No sabemos  qué les pudo haber pasado o qué les sucederá; permanecen en esa especie de tiempo artificial interrumpido, un tiempo abierto, un signo de interrogación, un misterio no resuelto, un enigma.

En esas fotografías todo parecerá haber sido colocado en una especie de calma a la espera de la tragedia. El aspecto teatral de sus escenas recreadas en el silencio, la quietud y la intimidad de la noche nos coloca en el papel de público en las sombras, en los puestos de la vida, con la representación ante nosotros ya en marcha, como espectadores atentos y silenciosos mirando. los personajes que están ahí, en el escenario, actuando para nosotros, en la zona iluminada, bajo el foco.

BIO: RODRIGO ILLESCAS. Rodrigo Illescas nace en Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, en 1983. En el año 2013 se recibe de Fotógrafo Profesional en la EFC. Publica los libros, “Asimismo, todo aquello”, declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación; “Razia”. Actualmente es profesor en FADU-UBA. Entre sus premios se destacan el Premio Global GFX FujiFilm; 1er premio Felix Schoeller Photo Award; Finalista Leica, Oskar Barnack; Grand Prix, PhotoDays Festival, Rovinj, Croacia; 1er Premio, Retratos, PoyLatam, México; 1er premio, Mejor Porfolio, Transversalidades, Portugal; Mención de Honor, Salón Provincial de Artes Visuales Florencia Molina Campos. A lo largo de su carrera expuso en Museo de Arte Contemporánea de Roma, Italia; Somerset House, Londres; Museum of Cultural History in Osnabrück, Alemania; CCK, Argentina; entre otros. Su obra forma parte de la colección del Museum of Arts and Crafts, Zagreb; Universidad Nacional de Villa María, Córdoba; Colecciones Privadas en Londres, Madrid y Andorra.

por M.Agustina Punte